Queridas y queridos alumnos:
Ha llegado el final, el momento de despedirnos. Y coincide el final del curso con el final de la etapa de vuestros estudios de educación secundaria, habéis concluido una etapa, tal vez muy importante en vuestra vida. Os animo a dar el salto, a abriros a lo nuevo que os viene, ya no podemos aferrarnos al pasado, pero, eso sí debemos aprender todas las lecciones que nos ofrece la vida, y este año ha sido pleno de lecciones y experiencias compartidas.
HE DISFRUTADO DEL PRIVILEGIO DE SER VUESTRO PROFESOR, aunque con modestia me considero más sólo un maestro, y quiero también agradecer que he aprendido muchas lecciones con vosotros. Hemos tenido una complicidad especial. Ciertamente echaré de menos vuestras expresivas caras a las ocho de la mañana cuando os ponía a hacer "expresión corporal" o la alegría que expresaban cuando alguna dinámica salia bien. He aprendido mucho de vosotros y vosotras, de cada detalle de sus vidas que he podido compartir, muchas confidencias que por supuesto forma parte de nuestra historia y que guardaré en el secreto de mi corazón.
Bueno, a pesar de la tristeza de separarnos nos queda la alegría de haber vivido plenamente, de corazón y con energía esta etapa de vuestra vidas. Recuerden y guarden todo lo que hemos aprendido juntos este año, como la carpeta de fichas que tanto os he exigido que guardéis, en momentos de vuestra vida os pueden ser útiles para solucionar problemas o tomar decisiones.
Ya sabéis que nadie puede, ni debe decidir por ti, debes ser el/la propio artífice de vuestra vida. Sois perfectos y perfectas, en el sentido que tenéis en vosotros y vosotras todo lo que necesitáis para realizaros y ser felices. Lo importante es que vayáis descubriendo vuestro Yo profundo y todas las potencialidades que tenéis para ir poniéndolas en funcionamiento. Recordad que siempre hay una nueva oportunidad, como después de la noche siempre viene el día.
BUENA SUERTE
